El derecho al olvido oncológico, una medida aprobada por el Gobierno, elimina la discriminación que sufrían las personas que han padecido cáncer a la hora de contratar un seguro de vida o pedir un préstamo hipotecario, entre otras situaciones

Hasta hace un par de meses, los pacientes que habían superado algún tipo de cáncer veían cómo esa circunstancia les seguía persiguiendo en su día a día aun habiendo pasado años desde la enfermedad. Se encontraban con dificultades a la hora de pedir un préstamo o hipoteca, contratar un seguro de vida, renovar el permiso de conducir o incluso ser seleccionado para un puesto de trabajo, porque había una marca en su historial médico que siempre estaba presente en estas situaciones. Los supervivientes aseguraban sufrir discriminación por haber padecido cáncer y reclamaban la regulación del derecho al olvido oncológico, que llegó a España el pasado 27 de junio.

Fue aprobado por el Consejo de Ministros como parte de las iniciativas que contempla el Real Decreto-ley de apoyo al Impacto de la Guerra y otras Situaciones de Vulnerabilidad. Con esta medida, España cumple con la Resolución del Parlamento Europeo, de 16 de febrero de 2022, sobre el Refuerzo de Europa en la Lucha contra el Cáncer, que establecía que el derecho al olvido debía ser una realidad en todos los estados miembros en 2025.

¿Qué significa el derecho al olvido oncológico?

El derecho al olvido oncológico es el derecho a que no se tenga en cuenta que alguien ha padecido un cáncer en diferentes situaciones como la contratación de un seguro de vida o la solicitud de un préstamo. El objetivo es evitar que los supervivientes sean discriminados y tengan que justificar su historial médico en situaciones cotidianas, sobre todo las referidas a asuntos financieros.

Según la Asociación Española Contra el Cáncer, su regulación “supone un gran paso para la protección social de los pacientes de cáncer. Van a contar con un marco normativo que evite que se sientan obligados a informar sobre su historial de cáncer al solicitar un seguro para contratar productos o servicios financieros y que puedan acceder a los mismos”.

Este derecho toma su nombre del derecho al olvido recogido en la normativa de protección de datos. Aunque no regulan lo mismo, parte del mismo principio: que información obsoleta no esté disponible ni afecte a la vida de las personas.

¿Quiénes se pueden beneficiar?

Se podrán beneficiar de este nuevo derecho todas las personas que hayan sufrido una patología oncológica. La única condición es que hayan pasado cinco años desde la finalización del tratamiento, siempre que no exista una recaída posterior. Además, la norma recoge que el Gobierno queda habilitado para modificar este plazo en función de la evolución de la evidencia científica.

¿Cómo funciona el derecho al olvido oncológico?

Una vez transcurridos los cinco años desde la finalización del tratamiento oncológico sin recaída, los pacientes se acogen al derecho al olvido oncológico. Así, su historial médico no se tiene en cuenta en la contratación de seguros y productos bancarios. Así lo establece el real decreto-ley aprobado, además de referirse a una novedad en la renovación del carné de conducir. A partir de esta norma, los supervivientes de un cáncer lo renovarán en función de su edad, como el resto de conductores, no cada tres años como venía sucediendo hasta ahora. El texto lo recoge así:

• Serán nulas las cláusulas, estipulaciones, condiciones o pactos que excluyan a quien ha padecido cáncer.
• Queda prohibido hacer diferenciaciones en la contratación de un seguro o una persona por haber sufrido cáncer.
• No será obligatorio declarar si se ha padecido cáncer para contratar un seguro de vida. Además, se prohíbe que se consideren los antecedentes oncológicos en este trámite.

Con la aprobación de este derecho, España se suma al plan esbozado en Europa en busca de una estrategia global y coordinada para el refuerzo en la lucha contra el cáncer. El Parlamento Europeo pedía a los países miembros una legislación antes de 2025 para evitar la discriminación de los supervivientes respecto a otros usuarios, porque “las aseguradoras y los bancos no deben tener en cuenta el historial médico de las personas afectadas por el cáncer”. De esta manera, España sigue la estela de otros países que ya habían legislado en este sentido, como Francia, Bélgica, Portugal, Rumanía o Países Bajos.