En 2003, el fotógrafo Kenneth Adelman publicó en Internet su proyecto fotográfico en el que documentaba los efectos de la erosión y el desarrollo inmobiliario en la costa de California. Las más de 12.000 fotografía se colgaron en la red, sin pena ni gloria, hasta que Adelman recibió una demanda por la Imagen 3580 del proyecto.
Se trataba de una imagen en la que aparecía un primer plano de la casa de Barbra Streisand, y la actriz demandaba por violación de su privacidad. Los juzgados no le dieron la razón, y Streisand tuvo que pagar los gastos judiciales al fotógrafo, por valor de 150.000 dólares.
Sin embargo, esta demanda produjo un daño mayor que el económico. La información acerca de la demanda provocó que la imagen con la casa de Barbra Streisand pasara de unas modestas 6 descargas a 420.000 en pocos meses. Actualmente, la fotografía se puede encontrar incluso en Wikipedia.
Qué es el efecto Streisand y por qué hay que evitarlo al borrar información de Internet?
¿Qué es el efecto Streisand?
Se llama efecto Streisand al fenómeno que sucede cuando una noticia, información o imagen se hace popular o conocida gracias a los intentos de censura, mientras que antes de ellos no tenían relevancia pública alguna.
El término lo acuñó un periodista americano, cuando en un caso similar (una cadena hotelera quería borrar la foto de sus urinarios de la página web urinals.net:
“¿Cuánto tiempo les llevará a los abogados darse cuenta de que el simple hecho de intentar reprimir algo que no les gusta en Internet probablemente va a hacer que algo que la mayoría de la gente no va a ver nunca jamás (como el urinario de cualquier hotel de playa) lo vean muchísimas más personas? Vamos a llamarlo Efecto Streisand”.
El nombre tuvo éxito y ya se llama así a cualquier intento de censura que tiene como efecto colateral la divulgación masiva de dicha información, producido antes o después del caso de Barbra Streisand.
¿Y qué tiene que ver con eliminar de información de Internet?
Borrar información de Internet (o querer hacerlo) conlleva un alto riesgo de provocar un efecto Streisand. El caso más paradigmático es precisamente el de Mario Costeja, el abogado que luchó para que se reconociera su derecho a que los buscadores no indexaran la subasta de un inmueble por embargo.
Su lucha en los tribunales, llegando al Tribunal de Justicia Europeo, sirvió para que se desindexaran estos enlaces. Sin embargo, su nombre ha quedado para siempre ligado al derecho al olvido y a la información que contenían esos enlaces que quería que desaparecieran de los buscadores.
Otro caso más reciente en el que querer eliminar información ha producido un efecto Streisand es el de Antonio Luis Baena Tocón, que se inició en 2019. El hijo de Baena Tocón requirió a la Universidad de Alicante la eliminación del nombre de su padre en los buscadores de la universidad, ya que aparecía como firmante de la pena de muerte del poeta Miguel Hernández.
El caso pronto saltó a los medios, que se apresuraron a crear reportajes sobre la figura del secretario Baena, y el papel que tuvo en la sentencia del artista oriolano. En su intento por desvincular a su fallecido padre de la muerte de Miguel Hernández, el hijo de Baena Tocón provocó que toda España conociera la figura de su padre, que también tiene ya una página en Wikipedia.
¿Cómo se puede evitar el efecto Streisand al borrar información de Internet?
Contar con profesionales es la mejor manera de evitar el efecto Streisand si quieres borrar tus datos de Internet. El derecho al olvido es un derecho de la ciudadanía, pero tiene sus límites. Un experto podrá decirte si hay posibilidades de conseguir tu propósito y los riesgos que existen.
No todas las solicitudes de derecho al olvido acaban con un efecto Streisand, de hecho en los más de 10 años de recorrido de ePrivacidad ninguno de nuestros clientes se ha visto afectado por algo parecido.
¿Por qué se produce entonces el efecto Streissand? Hay varios posibles motivos.
Motivos por los que se puede producir un efecto streisand
Principalmente, el efecto Streissand se consigue cuando el hecho de borrar la información es noticioso. Ahora bien, en la época de las redes sociales, en la que los límites de lo noticioso puede marcarlo un tuit o un me gusta de un famoso, cualquier cosa puede ser noticiosa si tiene el altavoz adecuado.
En principio, un caso de gran éxito es algo noticiable. Sería el caso de Mario Costeja, quien nunca hubiera sido noticia si se hubiera denegado su derecho y él no hubiera luchado por obtener el derecho al olvido. Es el hecho de haber conseguido un hito nunca antes logrado (el reconocimiento del derecho al olvido) tras una larga lucha judicial, lo que hace que su historia merezca ser contada.
El caso de Baena Tocón es distinto, ya que la historia se viraliza a raíz de la denuncia del autor de los artículos afectados por el derecho al olvido. En este caso, una solicitud de derecho de supresión normal y corriente, que fue aceptada por la institución, provocó la indignación del autor de las publicaciones modificadas. La denuncia del autor, junto a la repercusión en la prensa, hizo que la Universidad de Alicante diera marcha atrás y dejara los documentos como estaban, no sin antes provocar toda una serie de artículos especificando quien era Antonio Luis Baena Tocón y qué había tenido que ver en la sentencia de Miguel Hernández.
En este caso, como en el de Barbra Streisand, es el desmedido intento de censura enfrentado a la libertad de expresión lo que provoca el efecto. Pero tampoco podemos olvidar la relevancia de que tiene el hecho de que sean personas famosas (Miguel Hernández, Barbra Streisand) las implicadas.
Libertad de expresión vs. privacidad
En efecto, detrás de un efecto Streisand siempre está el conflicto entre dos derechos: el derecho a la privacidad (entendido en el amplio espectro y pudiendo incluir el derecho a la intimidad y a la protección de datos) y la libertad de expresión.
En el famoso caso Streisand, ¿qué era más importante? Salvaguardar la intimidad de una persona famosa cuya casa había sido fotografiada (y cuya foto habían visto 6 personas) o la libertad de expresión de un artista que está publicando imágenes. O, en el caso de Baena Tocón, de un investigador en el marco de una publicación académica.
Sin embargo, ¿solo afecta a casos asociados con celebridades?
Casos anónimos
Son pocos los casos anónimos de efecto Streisand que podemos encontrar. ¿Por qué? Sencillamente por lo que señalábamos al principio: tiene que ser noticiable y suficientemente interesante para que el efecto Streisand se produzca.
Gente como Mario Costeja puede sufrir un efecto Streisand derivado de su éxito judicial (la censura llevada a cabo es noticiable), aunque es muy posible que nadie lo clasifique como tal. Sin embargo, es más fácil que los personajes famosos o las marcas sufran este efecto, ya que a todos nos interesa su actividad, e Internet puede sentirse atacada si se la ocultan.
No obstante, suelen ser las personas anónimas las protagonistas circunstanciales. Es el caso de la murciana Casandra Vera (que tiene incluso su propia página en Wikipedia). ¿La recordáis?
Casandra Vera y la censura en Twitter
La Guardia Civil llevó a cabo, entre 2014 y 2016, una operación con el objetivo de perseguir el enaltecimiento del terrorismo en redes sociales. En 2016, y en el marco de esa operación, una joven murciana fue denunciada por trece mensajes publicados en su cuenta de Twitter haciendo referencia al atentado contra Luis Carrero Blanco.
Fue ella misma quien, a raíz de recibir la denuncia, publicó en su perfil de Twitter el mensaje que desataría el efecto Streisand: “Me pide el fiscal 2 años y 6 meses de cárcel más 3 años de libertad vigilada por chistes de Carrero Blanco. Sólo eso, chistes de un dictador”, ya eliminado pero referenciado en medios como 7RM.
Este mensaje desató a las masas tuiteras, quienes se apresuraron a mostrar su apoyo a la tuitera. ¿Cómo? Reproduciendo los mensajes sobre Carrero Blanco, las bromas que ella había hecho y haciendo que el político fuera Trending Topic nacional.
Del caso de Cassandra Vera se hicieron eco políticos de talla nacional, y también periódicos internacionales, ante el ataque a la libertad de expresión.
Aunque la Audiencia Nacional condenó a la murciana, el Tribunal Supremo anuló la sentencia. No sin antes dejar para la posteridad los tuits de Cassandra (replicados en medios y artículos enciclopédicos) y después de sembrar Twitter con chistes sobre Carrero Blanco.
¿Entonces, es mejor dejar que la información permanezca sin hacer nada?
Cómo decíamos, el efecto Streisand es un riesgo que se toma al eliminar la información de Internet. Si tus datos personales están ligados a un caso judicial o a un escándalo del corazón, es mucho más sencillo que se genere este efecto, como le sucedió al hijo de Baena Tocón.
Esto no quiere decir que nunca se pueda llevar a cabo la eliminación de la información. Ponderar la importancia de la información, la repercusión actual que tiene y su tipología es vital para lograr evitar el efecto Streisand.
La ley Europea con el RGPD y la española con la LOPDgdd reconocen el derecho a la protección de los datos personales de las personas, incluyendo el nombre, el DNI, la dirección, el teléfono, la imagen y la voz, y todos aquellos datos que nos hagan reconocibles o que incluyan información sensible relacionados con nuestra identidad.
Por eso, es importante contar con especialistas con experiencia y conocimientos en la materia para lograr el objetivo. No siempre que borramos información de Internet puede ser interpretado como como censura. Y en una sociedad cada vez más preocupada por sus datos personales, es posible lograr el anonimato en la red.